16. Japón 2016. 8 de marzo, martes. Octavo día de viaje. Hiraizumi. Segunda parte.

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Volvemos a la estación y desde allí nos vamos al cercano complejo de Motsu-ji, el otro monumento de visita imprescindible cuando vienes a Hiraizumi y también declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y además por las autoridades japonesas como “Sitio Histórico Especial” y “Lugar Especial de Belleza Espectacular”. Todo muy superlativo pero no sé cómo traducirlo.
Está situado a solo 500 metros de la estación y llegas en un momento atravesando el pueblo.


En mi primera visita me sorprendió que en medio de la población hubiese campos de arroz y me vuelve a suceder ahora. También la tranquilidad del lugar y lo limpio e inmaculado que está todo el pueblo.
A diferencia de Chuson-ji, que está en una colina, Motsu-ji está en un llano. La guía dice que fue fundado por el sacerdote Enin en el año 850 al mismo tiempo que Chuson-ji y que fue el más grande complejo de templos de esta región, Tohoku, y que todos los edificios de aquella época han desaparecido hace tiempo pero que “los enigmáticos jardines de la “Tierra Pura” del siglo XII planificados con la noción budista de crear un paraíso en la tierra permanecen”.
Y eso es lo que principalmente vas a ver: un maravilloso jardín aunque seguramente ahora no es la época más propicia para la visita. A pesar de todo Marisa dice que se siente una gran paz. (Yo es que la “gran paz” solo la encuentro durmiendo).
El complejo fue encargado por el segundo “amo” del clan Oshu Fujiwara, Motohira. En su apogeo, además de su edificio principal, Enryu-ji, había 40 templos y pagodas y más de 500…que no sé si eran 500 monjes, que muchos me parecen, o 500 residencias para monjes, lo cual me parece todavía más exagerado. Pero todo sea por la utopía budista, que es lo que tiene las utopías, que quieren que quienes las sigan no trabajen: todos monjes. Pero ¿quién planta y recoge el arroz?, ¿quién edifica las casas en que viven?, ¿quién lleva las mercancías de un lado para otro?, ¿quién desarrolla las aplicaciones para que funcionen los ordenadores?
Eso mismo me preguntaba cuando estuve en Sikkim y vi los cientos (hay miles) de monjes gorrones o cuando veo (esto de “ver” es una licencia poética) a las monjas de clausura católicas.
Hoy todos esos templos y residencias se han perdido debido a los incendios, pero, dice el folleto del lugar, sus enseñanzas han continuado a través de 18 generaciones de monjes.


Al entrar en el recinto lo primero que te encuentras es una roca (¡cuánto les gustan las rocas a estos nipones!) con un verso de Basho escrito en recuerdo del trágico fin de Minamoto-no-Yoshitsune. Lo curioso es que por el lado más visible está escrito solo en inglés:
“The summer’s grass
‘Tis all that’s left
Of ancient warrior’s dreams “.
Un letrero informa sobre todo del traductor del haiku: Nitobe Inazo. Claro que este Nitobe (recuerda que en japonés se escribe primero el apellido y luego el nombre) fue un personaje muy importante y sobre todo conocido en occidente por su libro “Bushido: El alma de Japón “.


Se ha levantado un templo moderno en 1989 con una imagen en su interior de la era Heian. Es curioso como todas las historias de Japón las datan con eras que corresponden a una periodización de los tiempos que comenzó en el siglo VII.

Durante el recorrido te encuentras letreros que te informan de los diferentes cimientos de las antiguas edificaciones.


Pero la estrella del conjunto es el lago y los jardines que lo rodean. Este lago es una reconstrucción con un fin escénico. Así montoncitos de piedras y rocas están colocadas recodando la costa rocosa de Japón y hay un arroyo, Yarimizu, que sirve para alimentar el lago. Está diseñado haciendo unas curvas y con obstáculos. Este es el lugar donde se realiza cada primavera el festival de poseía llamado Gokusui no En, siguiendo un protocolo que vi en el Museo Nacional de Tokio en mi primer viaje.

Te dejo la foto de la descripción del evento. Y por si eres poeta competitivo se suele hacer el cuarto domingo del mes de mayo. Y muy importante, debes ir vestido con ropas de noble de la época Heian (794-1192).


Volvemos a la estación por las solitarias y limpias calles de Hiraizumi y regresamos a Inchinoseki.
Mañana a Hakodate.

Hiraizumi y Minamoto-no-Yoshitsune.
Escribí sobre el personaje en mi primera visita. Para no repetirme si quieres le puedes echar una ojeada.

Hiraizumi y Basho.

El poeta estuvo aquí en junio de 1689. Escribió: “La gloria de tres generaciones se fueron con el parpadeo de un ojo”. Y no te lo creerás pero la primera vez que leí esta elegía fue en el “Financial Times”.

Ya ves, Pablo Iglesias, que hasta los más despiadados capitalistas globalizadores tienen alma poética. Escondida bajo montañas de cotizaciones de materias primas y derivados, pero la tienen.
Basho escribió: “El esplendor de tres generaciones de Fujiwara duró el sueño de una noche. Los restos de la entrada principal de la mansión están a la distancia de un ri del conjunto de las ruinas. El palacio de Hidehira es un erial y solo queda en pie el monte Kinkei. Subí a las ruinas del palacio Takadate. Desde allí se ve al Kitakami, el gran río que viene del sur;… Dejé mi sombrilla y lloré: Aun cuando un reino sea derrotado, sus montañas y ríos permanecen, y sobre las ruinas de la ciudad, cuando llega la primavera, los árboles y las plantas florecen de nuevo”.
Parte de esto último lo he copiado, así traducido, de la web y según una de las fuentes la parte final era una cita que hacía Basho del poeta chino Tu Fu. Este para mí totalmente desconocido y anterior a Basho. Por si lo buscas: también lo llaman Du Fu. ¡Cuánto desconozco!
Pero mira cómo se parece el poema de Tu Fu al que cité de la roca esculpida de Basho:
“El reino fue destruido pero las montañas y los ríos permanecen
En la ciudad en primavera los árboles y las hierbas vuelven a crecer verdes”.

NB.  Un “ri”, también llamado “li”, es una medida tradicional china que equivale a 500 metros, pero al ser adoptada por Japón este país la normalizó con una medida de 43200/11 o sea unos 3927,27 metros. ¡Ganas de complicarse la vida! Pero si lees haikus es fácil que te encuentres esa palabra que en este caso ya no sé si será como los chinos o japoneses.

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